Las Dificultades de Aprendizaje siempre han existido, pero ¿en algún momento nos hemos planteado la relación que existe entre éstas y los diferentes procesos implicados en el aprendizaje y el acceso a la información?
En la siguiente infografía presento la relación existente entre las tres dificultades vistas en el curso: dificultades en la expresión escrita, dislexia y discalculia.
Tal y como queda recogido, están muy relacionados. La dislexia se caracteriza por una dificultad en el aprendizaje y consolidación de la lectura y escrita; no se aprecia ninguna causa que explique esta dificultad y el alumnado mostrará dificultades en la descodificación (cada fonema se asigna a una representación gráfica, una letra); dificultad para aplicar las normas gramaticales, dificultad para recordar y automatizar las formas y reglas ortográficas de las palabras.
Respecto a las dificultades en la escritura, podemos hablar de disortografía y disgrafía. En la disgrafía los síntomas más habituales son dificultades visuales espaciales, dificultades motoras finas, dificultades en el procesamiento del lenguaje, dificultades para el deletreo y la escritura a mano, problemas de organización del lenguaje escrito. Por su parte, en la disortografía el alumnado tiene problemas para deletrear cometiendo habitualmente errores como el intercambio y reemplazo de letras, escribir unidas varias palabras o separadas por sílabas y/o escribir las palabras tal y como las pronuncian.
Por último, la discalculia hace referencia a dificultades en el procesamiento numérico y cálculo, entre los que se incluyen también dificultades en la resolución de problemas matemáticos por dificultades en la comprensión del número, enunciado y procesos a desarrollar.
Conocer los diferentes procesos, así como sus implicaciones permitirán diseñar situaciones de aprendizaje adecuadas a las características y necesidades del alumnado.
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